Me preparaba para ser abogada del Estado cuando, de repente, la oposición desapareció. Fue entonces cuando decidí escucharme y darle un giro honesto a mi camino.
Ahora acompaño a otras personas a reencontrarse consigo mismas, a darle sentido a esa etapa de su vida de incertidumbre y a transformar la crisis en una oportunidad para renacer.
Hace mucho tiempo los hombres y las mujeres vivíamos en unidad y armonía conectados a la naturaleza y sus elementos, al Universo, al cielo y a las estrellas, teníamos activos dones y nuestro divino poder creador. Ese poder, esa consciencia sigue latente y está despertando ahora, en ocasiones de manera espontánea pero casi siempre acompañado de alguna situación dolorosa que nos saca del letargo y nos invita a recordar.